Feria Internacional de Turismo Cuba 2023 y los desafíos del Patrimonio (Parte 2 y Final)
La segunda y última entrega sobre lo acontecido en la feria de Morro-Cabaña profundiza en los obstáculos que supone la creciente competencia en el turismo respecto al futuro del patrimonio como identidad y recurso de un destino y sus habitantes.

Volatilidad de las ferias

El objetivo de toda feria es disfrazar un caballo de unicornio. El corcel no deja de ser una criatura majestuosa en sí, pero requiere de un componente fantástico para catapultar el asombro.

Desde que uno como visitante cruza el umbral del arco entra en juego la suspensión del juicio a favor de sumergirse en la historia que nos cuentan.

Con meses de antelación se prepara la prótesis cónica que decorará la frente equina. Cada cual diseña su espacio, estudia el mercado, optimiza la oferta y la logística, emprende todo un proceso que consume tiempo y recursos, sujeto a cambios de última hora e imprevistos, todo con el propósito de encantar, vender, seducir.


FITCUBA 2023 se lleva a cabo con el objetivo de impulsar el turismo, sí, pero contando también con asegurar formas sostenibles y diversificadas de gestión, apostando por el Patrimonio como recurso, pero también como bien preciado cuya promoción no debe perjudicar su esencia. Foto por Viajes San Cristóbal.

Y después de una semana, así como así, se recogen la escenografía y las tarjetas de contacto, se redactan los informes y se sacude del hombro la brisa marina y la arenisca de los silos para alistarse con vistas a la fecha futura.


Una comparsa en las calles del Morro-Cabaña. De los tantos espectáculos en vivo que matizaron las jornadas de feria. Foto por Viajes San Cristóbal.

Como quiera, no puede ser que se guarde y ya, como los sombreritos cónicos de las fiestas de cumpleaños que luego de la ocasión se exilian al trastero hasta el aniversario siguiente.

Lo cierto es que el cuerno del unicornio hay que tratarlo más allá del chiste, verlo no como atrezo conveniente, sino como escultura sacada de la materia prima y la inventiva. Y he aquí que impera responder la interrogante: ¿qué pasa con el Patrimonio al que va dedicado esta feria?

En la entrega anterior de esta serie especial de dos partes dejamos abierto el cierre con una pregunta que se hace clave en un contexto en el que la historia y la cultura, más que comodines de la creciente fiebre competitiva en la actividad turística, emergen como elementos urgentes, necesarios, de una tríada donde armonicen con la apertura del destino a nuevas olas de visitantes.

Los desafíos del Patrimonio

El Historiador de La Habana, Eusebio Leal, estaba consciente de los portentos y las contradicciones que suponía para una ciudad patrimonio actuar como atractivo turístico:

«Hay que velar por que La Habana no desaparezca bajo una marea de turistas. Pero, a la vez, creo que no se debe demonizar al turismo, una actividad necesaria, un factor económico importante, y en el caso de Cuba –dado su aislamiento, una oportunidad también para iniciar un diálogo directo con visitantes provenientes de todas las regiones del mundo».


El Historiador Eusebio Leal consideraba que La Habana, así como todas las ciudades patrimoniales de Cuba, eran capaces de gestionar su patrimonio con tal de lograr, en su efectiva promoción, la autosustentabilidad, un reto en el que se comprometen la Agencia de Viajes San Cristóbal y las Oficinas del Historiador en la actualidad. Foto por Viajes San Cristóbal.

En el artículo La Habana, ciudad viva, de Daily Pérez Guillén, se expone que este vínculo no puede fructificar sin el medio apropiado, sin que los habitantes y profesionales del sector cuenten con la educación necesaria en torno a la herencia cultural y el foco turístico:

«Estudiosos del tema consideran que el verdadero valor del patrimonio radica en ser reconocido como valioso por los miembros de la sociedad en la que se inserta. En esa conexión identifican la permanencia y trascendencia de su capacidad simbólica y la trasmisión de los valores de las personas a las que representan, aunque se haya modificado el uso original de los bienes de patrimonio. De ahí que el auge del turismo y la diversificación en las actividades de los viajeros se conviertan en una oportunidad para la comunicación del legado».

El presidente de la agencia San Cristóbal, Antonio Guerrero, en trabajo constante y directo con la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Cuba, explicó que el rol de esta entidad, que es «coordinar metodológicamente el funcionamiento de las oficinas que la integran y garantizar la sistematización y transferencia de la Escuela cubana para el desarrollo integral de la ciudad patrimonial», incluye « el desarrollo de un turismo patrimonial con arreglo a criterios tales como autenticidad y exclusividad, priorizando la cultura como nuestra mayor riqueza».

Esto supone un modo activo de involucrar agentes importantes dentro de la gestión patrimonial, la vida comunitaria y el sector turístico en la conciliación de los aspectos delineados por la Matriz de Debilidades y Fortalezas de cualquier ciudad patrimonial que a su vez actúa como destino de ocio, trabajo y salud para viajeros de todas partes.


Esta Feria de Turismo acogió a más de mil profesionales del sector, 570 empresarios y 71 líneas aéreas, clave para revitalizar el tráfico al destino, así como la calidad de las propuestas de ocio y trabajo. Foto por Viajes San Cristóbal.

Recordemos que, según las cifras del Ministerio de Turismo, a Cuba arribaron en el primer tercio del año, a la fecha en que se celebró FITUR Cuba 2023, un millón de visitantes aproximadamente. Esta cifra no corresponde con el alto tráfico de los destinos más competitivos en la región, aunque sí supone una veta optimista respecto al descenso acontecido durante las etapas más cerradas de la pandemia del Covid-19.

Lo que implica este número, entre otras cosas, es tener en cuenta los efectos del turismo sobre la población y la dinámica urbana de los sitios patrimoniales. Varias matrices de destinos considerados por la Unesco como Ciudades Monumentos coinciden en que el tránsito turístico puede provocar cambios acelerados y radicales para la economía, el medioambiente y la proliferación de fenómenos sociales no tan nuevos, pero sí crecientes en ocurrencia.

Como entidades que portan una responsabilidad social y una alta influencia en la integración de las comunidades y los viajeros, la Oficina del Historiador y la Agencia de Viajes San Cristóbal ofrecen un modelo de turismo responsable que aún se enfrenta a muchos obstáculos debido a lo enorme de la hazaña y el volumen de trabajo, por cuanto precisan continuar la labor impulsada por Leal como mejor atañe a estos contextos: de forma estable y duradera.

Como bien precisó el directivo y se ha recalcado a nivel institucional, la clave está en la integración y la constancia. Para ello también se vuelve imprescindible la diversificación.

Pertinente entonces es volver a las perspectivas recogidas por Pérez Guillén en Habana, ciudad viva, pues del intelecto del vicepresidente de Monumentos del Consejo Nacional de. Patrimonio Cultural de Cuba y Punto Focal Cultural ante la UNESCO, Dr. Nilson Acosta Reyes, podemos avizorar los beneficios de redirigir la atención a formas turísticas clásicas en sus esencias, pero renovadas en su enfoque.

«A veces, el mayor que se puede ofrecer al visitante. Las particularidades del turismo cubano, y de la región del Caribe, han jerarquizado el turismo de sol y playa como la opción principal de este rubro económico. Sin embargo, la necesidad de diversificar y hacer más competitiva esta industria ha implicado otras miradas al desarrollo turístico».

En el artículo de Pérez Guillén se resume la acción específica y directa que busca potenciar el alcance del patrimonio de manera armonizada con el turismo, «el aprovechamiento del patrimonio como un recurso turístico», que el Doctor Acosta Reyes plantea como pilares:

· Los procesos de intercambios entre organismos relacionados con la actividad turística y cultural;

· La elaboración y aprobación conciliada de planes de ordenamiento turísticos;

· El control sistemático de los bienes patrimoniales en custodia de hoteles y otras instalaciones turísticas;

· La protección como Monumento Nacional de algunas instalaciones turísticas relevantes;

· La creación de agencias de viajes especializadas en turismo cultural y la introducción de la sostenibilidad de los planes y proyectos en la planificación estratégica».

Por supuesto, el debate en torno a cómo balancear el peso de los actores en la cadena fue un punto presente durante la Feria Internacional de Turismo Cuba 2023, pero como toda gran ocasión que se desarrolla en un medio nunca estático, queda mucho por definir.

Por ahora, se recogen la escenografía y las tarjetas de contacto, se redactan los informes y se sacude del hombro la brisa marina y la arenisca de los silos para alistarse con vistas a la fecha futura.

Llegado el ocaso en Morro-Cabaña, delante de la explosión de colores que se derrama en el cielo sobre el mar del Golfo de México, es imposible no dejarse hechizar por el viento que corre por la colina, por las siluetas de las edificaciones circundantes que van como deslizándose en la penumbra con la caída del sol.


Foto por Viajes San Cristóbal.

Así culmina la feria. Al otro día vendrán los equipos de desmontaje. Pero en el instante preciso del fin de los intercambios, las charlas de pasillo y del pase de llaves a los barracones, últimamente el silencio reclama su dominio. El silencio siempre emerge como último victorioso: sobre los indios, sobre los españoles y sobre quienes habitamos la isla hoy. Y es por eso que ha de aprovecharse el ruido para construir algo que perdure una vez regrese el silencio. Tal vez podamos quedarnos con eso como el consejo imprevisto de tan anticipado evento.

El motín definitivo

Al inicio de este viaje en profundidad, en la primera entrega de esta serie, dimos pie a la trama refiriéndonos a los tiempos en que las cálidas aguas antillanas constituían el epicentro de ataques piratas y enfrentamientos abiertos entre flotas de potencias coloniales. El Golfo de México era testigo y juez: bajo su cielo registraba la consumación y el ocaso de leyendas.


Ignorar el valor del patrimonio sería enfilar cañones a uno mismo, ponerle pólvora y mecha al motín definitivo. Foto por Viajes San Cristóbal.

Los emocionantes, adornados y sanguinarios tiempos de violencia, vendettas y tesoros escondidos en estas aguas, a primera vista –a vista somera, educada por el engaño de la prisa moderna– han cambiado a monótonos, discretos y más pacíficos encuentros de apretones de manos, negociaciones contractuales y ofertas privilegiadas.

A pesar de esto, no podemos decir categóricamente que la sociedad global conviene por unanimidad en que nuevos métodos han probado ser más efectivos y provechosos que el saqueo y el mito para la conquista de otras tierras, otros mercados, otras mentes.

Sí podemos aventurarnos, sin embargo, a decir que como viajero se honra más la tierra propia cuando en la ajena uno pacta con el respeto, la oportunidad y la alegría, y no con la inelegancia de un acto arrogante.

Así que parece, después de todo, que esperan vientos nobles y aguas calmas, si bien a costa de renunciar al premio de exuberantes fortunas enterradas, como aquella del capitán Flint en el clásico de Stevenson La isla del tesoro.

Pero tal cual rezaría un aviso colonial: no os dejéis engañar. La Habana aún está llena de tesoros. Solo que ahora se muestran fuera de cofres, y no adornan como metales preciosos y sin vida las habitaciones de palacios regios.

Ahora puede emerger como divisa algo inalienable, original, dinámico: la cultura, la gente. El patrimonio.

Bastaría con que lo sepamos valorar. De otro modo, solo a nuestras propias manos pudiéramos atribuir el motín definitivo.

                                                                                             F I N


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Feria Internacional de Turismo Cuba 2023 y los desafíos del Patrimonio (Parte 1)
Un ambiente cautivador y debates pertinentes en torno al turismo, el patrimonio y las nuevas iniciativas en el sector tributaron a una feria de puntos de vista mixtos donde estuvieron presentes San Cristóbal y la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de Cuba